viernes, 17 de agosto de 2012

Los riesgos de trabajar en exceso

Bajo la presión de las estadísticas de desempleo, los que tienen trabajo trabajan demasiado. Y con serios riesgos para su salud.



NINO FERNANDEZ.
Por extraño que parezca en los tiempos que corren, la adicción al trabajo es un problema cada vez más común. La padecen indistintamente los grandes ejecutivos y los empleados de menor rango; los emprendedores y los trabajadores independientes.

Para algunos es un mecanismo de defensa; para otros, el efecto de la presión del miedo a perder el empleo. Por eso los especialistas hablan de diversas motivaciones, aunque aclaran que no toda persona que trabaje mucho es un adicto.

"En una coyuntura como la actual, en la que se trata de repartir el trabajo entre pocos y es alto el riesgo de quedar afuera de la fuerza laboral,mucha gente se siente impulsada a trabajar más. Pero aunque sufre mucho y se queja, no debe considerársela adicta al trabajo.

"El verdadero adicto, en cambio, se puede quejar pero disfruta del tiempo que pasa trabajando", dice Jorge Hambra, psicólogo y presidente de la consultora Joh-Psicotecnia.

Con todo, el que trabaja muchas horas por necesidad, tarde o tempranoenfrenta los problemas del adicto y corre riesgos de terminar como tal. "El individuo deja de encontrarse con los amigos, abandona otros ámbitos de pertenencia y se resiente la relación con la familia, porque no está nunca. Esto puede evolucionar hacia una adicción", sostiene Hambra

El trastorno afecta los patrones de eficiencia y de convivencia, tanto de las organizaciones como de las familias. En el plano individual, suele manifestarse como estrés, con todo lo que ello significa.

La problemática está bastante extendida entre los países latinos y es más infrecuente entre los anglosajones. En la Argentina se advierte mucho más en las empresas de servicios que en la industria.

"Aquí se trabaja mucho y mal. En algunos países está mal visto que alguien trabaje después de horario y probablemente lo consideren un empleado ineficiente", afirma Joaquín Sorondo, consultor privado y director del newsletter Vínculos, de la Asociación de RR.HH. de la Argentina.

Pero los expertos coinciden en que la adicción nunca es un problema en sí mismo, sino la respuesta a un vacío interior del individuo.

El trabajo es considerado fundamental para la vida de las personas y una de las forma más importante de integrarse a la sociedad y sentir satisfacción.

Para el psicólogo organizacional Aldo Schlemenson, "la adicción al trabajo es una forma de alienación y vale aclarar que una persona alienada es alguien ajeno de sí mismo y sus propias necesidades".

Compulsión al éxito

Schlemenson dice que "hay circunstancias en las que el individuo se siente frustrado en algunos aspectos de su vida y canaliza sus necesidades a través del trabajo. Pero además, la sociedad competitiva actúa generando una compulsión al éxito, que suele derivar en adicción al trabajo".

Y hace una aclaración: "la gente muy talentosa se apasiona con lo que hace y también puede pasarse de rosca", dice.

En esa línea, Hambra señala que hay individuos que tienen integrado el trabajo a la vida; por lo general, se trata de ocupaciones que están ligadas al sentido de la propia existencia.

También se puede observar el fenómeno de la adicción al trabajo entre los emprendedores, que se obsesionan con el objetivo y se consideran autosuficientes.

En las empresas familiares, la familia entera corre riesgo de volverse adicta. Y muy difuso es el límite de las personas que trabajan desde sus casas a través de medios telemáticos.

Angélica Abdalah, directora de la Asociación Argentina de Teletrabajo, acepta que el teletrabajador o trabajador a distancia "está más expuesto a ese tipo de excesos, pero depende de él poner los límites ya sea ante la familia o ante el empleador. La disciplina es fundamental", recalca.

Joaquín Sorondo asegura que el adicto "puede lograr muy buenos resultados, pero termina pagando un costo enorme, por el lado de la salud y los afectos, por lo que en definitiva todo se limita a una elección: qué quiero hacer de mi vida, cómo me propongo lograrlo, qué tipo de familia pretendo, etc.".

Para Jorge Hambra, las alternativas para salir de la adicción van desde el sufrimiento de un gran trauma —que directamente obligue a la persona a abandonar ese ritmo—, a la toma de conciencia, por ejemplo a través de una campaña social que muestre que la adicción al trabajo también es una enfermedad. 


Fuente: http://edant.clarin.com/suplementos/economico/2003/03/30/n-01201.htm

4 comentarios:

  1. Me pareció muy interesante el artículo. Podemos relacionarlo con los conceptos de Bauman sobre la ética del trabajo y cómo en a época del consumismo lo que se consume el al propio sujeto.
    Citamos: “la cruzada por la ética del trabajo era la batalla por imponer el control y la subordinación. Se trataba de una lucha por el poder en todo, salvo en el nombre; una batalla para obligar a los trabajadores a aceptar, en homenaje a la ética y a la nobleza del trabajo, una vida que ni era noble ni se ajustaba a sus propios principios de moral”. La ética del trabajo era una aberrante grosería; cargarles a los pobres su pobreza gracias a su falta de disposición al trabajo y, por lo tanto, su inmoralidad y degradación personal (lo que provoca su castigo ante el pecado) es uno de los últimos servicios de la ética del trabajo a la sociedad de consumidores.En la nueva estética del consumo, las clases que concentran las riquezas pasan a ser objetos de adoración

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  2. Nos adherimos al interés por dicho artículo.
    Como dice el viejo refrán "hay que trabajar para vivir y no vivir para trabajar"
    Algunos autores,como bien menciona el artículo, hablan del trabajo en exceso como medio para evadir los propios conflictos personales.
    Marilyn Machlowitz, psicóloga industrial de Yale define al adicto al trabajo como "alguien que dedica a su trabajo más de lo que exige la situación”
    Pero ¿será la evasión a los propios conflictos o es que la sociedad en la que hoy vivimos valoriza mas el "tener" que el "ser"?

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    1. Muy buena pregunta. Nos da la sensación que ya es algo "globalizado", la sociedad como un "todo" valora más el tener que el ser. Retrucamos con otro dicho popular "si quieres cambiar el mundo, comienza por tí mismo".

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  3. Ser trabajador es una virtud, pero serlo en exceso y tener un elevado compromiso con la empresa, puede dar lugar a la adicción al trabajo y por lo tanto, a un riesgo de enfermedad. Esta nota nos hace reflexionar y tomar conciencia del stress que provoca en las personas, el exceso del mismo, ya que muchas veces pasa a convertirse en adicción, generando consecuencias negativas en la vida personal y familiar, por que este conduce al aislamiento y al deterioro físico y psíquico. No debemos olvidar que somos seres biopsicosociales, en constante intercambio con otros.
    Carla Rennis y Blanca Nieves López

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