viernes, 17 de agosto de 2012

Para prevenir los riesgos psicosociales en el trabajo

La Superintendencia de Riesgos del Trabajo realizó una jornada sobre factores psicosociales; y propone que se los contemple en la nueva ley.



Lucio Di Matteo
En plena discusión de una nueva ley sobre accidentes de trabajo, La Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) propondrá que se contemplen los riesgos psicosociales de los ambientes laborales, que pueden producir estrés, burn-out (estrés crónico) o mobbing (acoso laboral), entre otras patologías.

Esto se informó en la jornada "Factores de Riesgos Psicosociales en el Trabajo", realizada por la SRT y la Asociación Argentina de Especialistas en Estudios del Trabajo (ASET).

"La legislación sobre riesgos laborales se debe dos grandes capítulos: la participación de los trabajadores en la prevención y mejoría de su salud, y la inclusión de factores psicosociales de riesgo", destacó Carlos Rodríguez, gerente general de la SRT y médico laboralista.

"Las muertes súbitas en el ámbito laboral, o el suicidio por fracasos profesionales, ya no son realidades exclusivas de Japón", agregó Rodríguez.

Neus Moreno, responsable de Salud Laboral en la Comisión Obrera Nacional de Cataluña, participó de la Jornada.

La especialista señaló que, a diferencia de cuestiones físicas como el ruido o la higiene, "los efectos de la organización del trabajo son más intangibles e inespecíficos, y se manifiestan a través de diversos mecanismos emocionales (ansiedad, depresión, alienación, apatía), cognitivos (restricción de la percepción, de la habilidad para la concentración, la creatividad o la toma de decisiones), conductuales (abuso de alcohol, tabaco, drogas, violencia, asunción de riesgos innecesarios) y fisiológicos (reacciones neuroendocrinas)".

Esta dificultad para establecer indicadores se va superando de a poco, con la creación de metodologías de investigación.

El Instituto Nacional de Salud Laboral de Dinamarca creó un cuestionario de evaluación que identifica y mide factores de riesgo, del cual se realizaron adaptaciones para España, Reino Unido, Bélgica, Alemania, Brasil, Países Bajos y Suecia. El cuestio nario tiene cuatro secciones: datos sociodemográficos y exigencias del trabajo, condiciones de empleo y trabajo, daños y efectos en la salud, y dimensiones psicosociales (www.istas.ccoo.es).

Pero más difícil aún será lograr que la legislación —de ser sancionada— pueda aplicarse. "La práctica siempre es más lenta que la norma. En España se reconoce legalmente la existencia de riesgos psicosociales desde 1995, pero en Cataluña sólo 3% de las empresas realizaron actividades vinculadas a esta problemática durante 2003", señaló Moreno.

"Para que una norma se aplique es clave la concientización de la sociedad y de los trabajadores. Ya capacitamos a 40.000 de ellos, y a formadores y dirigentes gremiales", apunta Rodríguez.

Costos y antídotos

Leticia Maggiolo, jueza del Tribunal de Trabajo N 4 de La Matanza, señaló que "la violencia en el trabajo genera costos muy grandes, algunos directos como los que provienen de accidentes, enfermedades, ausentismo, discapacidades y muerte".

Hace algunos años en Estados Unidos se calculaba que las pérdidas anuales por adicciones rondaban los 100.000 millones de dólares, casi el PBI argentino.

En las jornadas sobre riesgos psicosociales, Neus Moreno enumerómedidas que crean un entorno saludable: trabajo en equipo y apoyo a los empleados, oportunidades de capacitación y nuevos aprendizajes, autonomía y participación, respeto y trato justo, claridad y transparencia organizativa, equilibrio entre vida familiar y laboral, entre otras.

"En la base de todo lo anterior se encuentran la extensión de la jornada laboral, la remuneración percibida por ella, y también la estabilidad laboral. Las personas que tienen contrato por tiempo determinado, así como las que cambian de horario o lugar de trabajo, son las que más sufren efectos físicos o psíquicos", comenta Moreno.

"Y sólo la mitad —agrega— de quiénes trabajan en España cumplen las ocho horas de jornada. La otra mitad se divide por partes iguales entre aquellos a los que se reconocen las horas extras, y a los que no". 


Fuente: http://edant.clarin.com/suplementos/economico/2004/12/12/n-01405.htm

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